martes, 9 de septiembre de 2008

¿HACIA DONDE VA EL BIPARTIDISMO EN COSTA RICA?


Con este ensayo no pretendo brindar una explicación exhaustiva sobre el proceso de multipartidismo que parece haber comenzado en Costa Rica, sino más bien establecer una apreciación personal sobre la situación del tradicional bipartidismo –donde a pesar de la existencia de algunos otros partidos- , eran sólo dos los que tenían las posibilidades de ganar la elección y que por varias décadas había imperado en el este país centroamericano.

Como bien sabemos, Costa Rica ha vivido una de las democracias más estables y antiguas en toda América Latina, y dentro de los mecanismos que en cierta manera evidencian procesos democráticos se encuentran las elecciones regulares e ininterrumpidas que se han dado desde 1948. Tradicionalmente los votos del electorado se concentraban en dos grandes fuerzas políticas: el Partido de Liberación Nacional (PLN) y el PUSC (Partido Unidad Social Cristiana).

Actualmente pareciera que los partidos más fuertes e históricamente ganadores de las elecciones están sufriendo de una especie de desgaste o erosión en sus estructuras internas.
El surgimiento de este fenómeno puede ser el producto del “desencanto” por parte de la misma población que sostenía y apoyaba su sistema político con mayor convicción; donde los escándalos de corrupción por parte de ex presidentes se han hecho presentes. Seguramente los cambios en la estructura social costarricense hayan tenido efectos colaterales en las preferencias electorales; es decir, con una sociedad que se dedica menos a las actividades agrícolas y se ha insertado más en el mercado mundial, las diferencias económicas entre sectores se han hecho más evidentes y se ha llegado a tocar la delgada línea de pobreza que muy pocos habían percibido con anterioridad.
Todo esto ha provocado reacciones tan contradictorias para una democracia como lo es el abstencionismo, que como nunca antes se ha manifestado en los procesos electorales.
¿Qué está pasando? La población “tica” ha modificado su intención de voto en forma evidente. Ya no son el PLN y el PUSC las únicas alternativas por las cuales elegir. Poco a poco ha tomado representación el Partido Acción Ciudadana (PAC), el cual obligó por primera vez a los partidos tradicionalmente vencedores a pelear en una segunda vuelta electoral en el 2002 pues no lograron acaparar la mayoría necesaria que en otras elecciones obtenía alguno de los dos.

Es curioso observar que en la medida que menos partidos políticos se enfrentan en la arena electoral, más estable resulta ser una democracia. ¿Habrá sido ese uno de los detalles que permitió a Costa Rica mantener la suya propia a pesar de los terremotos políticos que ocurrían a sus alrededores? ¿Qué pasará ahora con la entrada de otras agrupaciones políticas que resultan más representativas para la población que ha empezado a cuestionarse sobre el actuar de los partidos actuales?

Es evidente que la base social que impulsaba el sistema político se está debilitando de alguna manera, con ello no quiere decir que la democracia con todo y sus instituciones vayan a pique; pero si considero que hay enormes baches que los partidos tradicionales no hay logrado llenar para representar a esos sectores relativamente nuevos que se han generado a raíz de los cambios económicos que el país ha atravesado.
Sería lamentable pensar que la población, con todo y sus decepciones, dejara de ser ese motor tan característico que mantiene a flote un sistema que para muchos es digno de admirarse.
La crisis de partidos políticos que se ha manifestado en América Latina, ha tocado en cierto nivel a Costa Rica. ¿Bucarán los partidos tradicionales esos nichos de representación que han abandonado? pues de no ser así nuevos partidos y organizaciones sociales serán quienes ocupen los lugares de los que han sido desplazados por la misma población, quien finalmente es la que desarrolla su propia democracia.